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sábado, junio 12

Mona Lisa

Una pintura tan bella, imcomprensible, "perfecta" en su concepción, pero ahora... tan agrietada, tan simplemente fea... El tiempo no perdona nada, se lleva todo, te hace querer odiarlo; pero, para el tiempo, ese lienzo no fue la excepción, lo deterioró, lo cambió totalmente, e hizo que se perdiera la razón principal de su llamada perfección.

Egoísmo

Conveniencia. Comodidad. Sólo piensan en ellos mismos. Hablan, vomitan palabras despectivas que sólo infestan el ambiente con un olor nauseabundo; perjudican a otros, no buscan mejores objetivos, incluso de forma indirecta. Miradas cortantes atraviesan uno a uno a los actores de la obra, arrebatándoles fríamente sus máscaras, dejándolos vulnerables.
Se dicen autosuficientes, se llaman con grandeza y admiración, preconceptos desgarrados por la innegable realidad. Toparte con lo que es y no lo que creías es lo que destruye lo idealizado.

Simples ilusiones infantiles, destruidas en escasos segundos, tan fácil, tan simple. Un pensamiento modificado a la fuerza. Reflexionar de todo duramente, sin ingenuidad, con puro y auténtico egoísmo.

sábado, junio 5

Cascarones

“Derriba todas mis paredes, descubre una a una mis máscaras, dejándome vulnerable e indefensa, sin excusas en mi rostro, sólo verdad: mi verdad. No parece justo, porque el sueño se termina y la realidad me espanta nuevamente, y no confío, porque no dejaron más que mi cascarón, a un lado, roto; como si no hubiera sido importante, así de fácil son desechadas mis defensas. Y lo que queda de mí no es más que una fugaz luz de lo que solía ser, irreconocible, sin esperanzas”.

El matrimonio secreto

Estabamos comiendo en el “Vivaldi”, Meylin y yo, ambos entablamos una conversación superficial que buscábamos, queríamos evadir aquellos temas tan íntimos que nos aquejaban en el pasado.
Mientras ella hablaba, yo no era capaz de tomarle importancia a lo que decía, por mi cabeza sólo podían pasar miles de imágenes llenas de sus recuerdos.

Finalmente, no estoy seguro de cómo surgió el tmea, si lo planteó ella o yo, no lo sé, pero ahí estabamos, hablando de ese tema que por tantos años evité. Después de tanto tiempo tuve el valor de decirle que, inevitablemente, no había podido olvidarla: No la amaba, sólo estaba unido a ella por una necesidad de afecto, por no querer sentirme solo y vacío, que contradictorio, es hasta ahora que puedo ver todo claro, fue simplemente una ilusión.

La solución más lógica que encontré para no herirnos más, sí, por fin usábamos la lógica; decidí no verla más, cortar todos esos lazos que nos unían en esta relación egoísta por años. Meylin aceptó con la cabeza y se alejó del restaurant. Fue la última vez que la vi, que hablé con ella siquiera, porque esas llamadas tan puntuales que sucedían dos veces al año, ya no existían…


Colaboración por: Rubí alburqueque, María López y Tracy Barrantes.
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