Main image

lunes, agosto 23

6 vistas siendo 4

Primera vista: no puedo olvidarla, está constantemente en mis pensamientos porque su origen fue basado en algo doloroso, aquello que aún resiento, y cada cuanto me atormenta por las noches, en un desvelo extenuante que no hace más que llevarse partes de mí. Es cierto, esta cicatriz fue rechazada desde su concepción, era inevitable; de ellas esta formada la vida, y sin ellas nos es imposible crecer, hasta parece abrumador el rol tan importante que pueden ocupar, parece no ser justo.

Segunda vista: Harta, cansada, llegando al punto del asco, y teniendo el sentimiento de impotencia unido a lo grotesco para variar; dedos llenos de una absoluta impaciencia y debilidad, transformo y a la vez distorsiono mi concepto de moralidad, la justicia tomada por manos culposas no parece tan mala idea, pese saberla como una salida mediocre. Sin embargo, no es asunto de nadie, el pecado y la culpa estarán en mis hombros, no hay nada que temer si de los inocentes es el paraíso ¿verdad?

Tercera vista: Asesinato fallido, errado por una compasión estúpida. Deliberando entre sábanas me encuentro una vez más, atormentada, con menos asco, y una tristeza honesta. Una disculpa roza mis labios, un sollozo la acompaña; una espontánea lágrima me visita, gota a gota recorre mi rostro, lo apacible termina por abandonarme, no hay más que una búsqueda de compasión en mí, de esas manos que te tienden tan comúnmente en un buen libro, o en una película con desenlaces románticos, simples manos.

Cuarta vista: No recibo nada, mas aún, concluyo con mis búsquedas porque halle mi resolución; flagelar sentimientos inconstantes no era una opción razonable, pero en parte necesaria. No puedo pedir más, ni debo pensarlo más.

Quinta vista: Sin más motivación, me guío a mi misma por un sendero que termina en oscuridad, sin una linterna o un faro que me alumbre; soy guiada únicamente por instinto, ese con el que nacemos los humanos, acompañado de mi intuición llamada “femenina”.

Sexta vista: Dejaré los lazos que me unen a este mundo, sí, llanos y reposando en una piedra que encontré, en el sendero que recorro sin rumbo, porque sé que un día he de despertar y veré que mi herida cicatrizó.

0 comentarios:

RSS Feed